lunes, 7 de abril de 2008

MADERAS TRUPAN V/S TRUPAN ES MI PUEBLO
PERDIENDO LA BATALLA


Con la eventual creación de la Central Trupán, nuestro pueblo ha sido el blanco de breves notas periodísticas. Pero, siendo honestos, y en honor a la verdad, nuestro pueblo nunca ha estado en el pináculo de la farándula o en la memoria colectiva de quienes no son coterráneos nuestros.

Hoy los capitalinos, y los habitantes de grandes ciudades, nunca han estado en la playa de "Los Muermos", por ejemplo, pero más de alguno lo recuerda por el supuesto calamar gigante que varó en su arena; muchos chilenos nunca han estado en "Chicureo" pero saben que allí vive el Chino Ríos y la Geisha; y ni hablar del "Río Calle-Calle" donde se baña la luna.


La realidad de nuestro pueblo es otra. Por una parte está el trupanino, que tal vez lateado de explicar una y otra vez donde queda Trupán, o quizás por evitar la fatiga, se refiere a nuestro pueblo como "entre Chillán y Los Angeles" o "antes del Volcán Antuco". Mientras que por el otro lado se encuentra el receptor del mensaje, capitalino de pésimas notas en geografía y cero interés por mirar en el mapa el sur de nuestro país, que al oir Trupán señala "ah, donde sale la madera".

Si es por buscar explicación todos salimos al baile, pero puchas que da rabia. Talvez si la madera fuera buena, usada para elegantes muebles o para levantar las casas de nuestro Chile, pero nada de eso, la supuesta madera trupán es un subproducto reclicado de los restos de otras maderas, usada principalmente para artesanías y accesorios livianos como cajitas, cofrecitos y portaclips.

¿Quiénes decidieron ponerle este nombre al reciclado de aserrín? Lo ignoramos.
Hemos llamado insistentemente a la poderosa Arauco, pero nadie es capaz de respondernos la razón por la cuál bautizaron este producto con el nombre de nuestro pueblo.

Un caso cercano y muy similar es la madera Cholguán. Producto reciclado pero de reconocido prestigio, en efecto, en cada casa hay algo reparado con cholguán y hasta se ve bonito. El cholguán lo encontramos en estanterías de bibliotecas, en veladores, en bifes tipo normando, etc. Sus habitantes deben gozar, supongo yo, un responsable y respetuoso vinculo con la madera aquella pero ¿Qué queda para nosotros?

Estimados amigos de Arauco: Los trupaninos ignoramos la razón por la cuál se bautizó la madera con el nombre de nuestro pueblo y quiero agregar (comentario personal del suscrito) que su producto no me representa para nada ni me parece que representa el sentir de mis coterráneos. Habiendo tanto nombre y tanto profesional creativo vinieron ustedes en malahora a usar este sagrado apelativo.

Usted, amigo lector, cybernauta constante de cada lunes, si no es trupanino sepa que no tenemos nada que ver con la madera Trupan. Somos un hermoso pueblo de la comuna de Tucapel, Octava Región del Bíobio, de laguna hermosa y frondosos cerros. De roscos y digueñes en septiembre, y tortilla con miel en julio.

Trupán es mi pueblo pequeño y sencillo, pero no tan sencillo como aquel producto elaborado con aserrín.

Trupaninos Todos, démonos el tiempo de aclarar donde queda Trupán y seamos enfáticos en señalar que no tenemos vínculo alguno con la madera. Sólo en la medida que defendamos nuestra tierra seremos capaces de defendernos nosotros y de nosotros mismos.

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El Reportero

Incendio destruyó una casa en Trupán
A las 04:00 am de ayer domingo 6 de abril, un incendio de proporciones destruyó la casa de Irma Jarpa, en Trupán.
La propietaria se despertó en medio del siniestro, no por el humo sino por la inusual claridad de la noche. Al levantarse vió que su casa estaba envuelta en llamas y solo pensó en salvar su vida.
Tras el aviso de la Cuarta Compañía de Bomberos, decenas de vecinos acudieron al llamado prestando su colaboración. Si bien las llamas destruyeron todo lo que a su paso encontraron, no se lamentaron pérdidas humanas.
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