A partir de un artículo publicado hoy lunes 14 de septiembre en el diario El Mercurio, donde se plantea la pregunta ¿Qué entendemos por identidad chilena? me repito la pregunta pero de la forma siguiente ¿Qué entendemos por identidad trupanina?
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1. Austeridad V/S ostentación.
Se dice que la sencillez es un aspecto constante de nuestra identidad, pero es un rasgo que está ne retirada: predominan la ostentación, los lujos, las grandiosidades frente a la pobreza extrema. Antes hacías dedo en la salida de Trupán y el primer vehículo que pasara te llevaba. Ahora puedes estar media mañana y nadie se detendrá en tu ayuda.
Existe elementos que estimulan nuestra identidad: la laguna más hermosa de la octava región, los bosques que dan vida a la madera Trupán, ser tierra de innatos furbolistas, etcétera.
Asimilamos lo que venga de afuera. Nuestras modas son las que portaban los veraneantes (poleras, gorros, pañuelos), nuestra música favorita es la escuchaban los veraneantes (metal, gótico, reggaeton), nuestro modo de hablar es asimiló con el de los veraneantes, etcétera.
La gente busca la identidad en el acceso al consumo. Muchos trupaninos de hoy ven proyectado su reconocimiento en el uso de ciertas cosas, en ciertas etiquetas y visitar determinados lugares.
No tenemos aspiaciones de grandeza. Trupán es así y así será. En Trupán no existe cabida a las grandes ideas, ni a las grandes innovaciones. El trupanino siempre esperará que los demás hagan algo por él. Este es un mito que tenemos que derribar.
El trupanino es trasnochador. El trupanino no busca excusas cuando lo invitan a brindar. Somos fiesteros. Y en las fiestas, la cueca se reivindica como expresión viva: entre perreo y perreo los propios jovenes piden cuecas. ¿Usted, trupanino que lee esta crónica, conoce algún trupanino bueno para brindar?
Lo digo por experiencia propia. Siendo veraneante he sido invitado a incontables "muertes de chancho", trillas, envasado de miel, cosecha de papas, quemadura de discos y parrillas, desgranado de habas, despuntado de porotos, etcétera. Y en cada caso no me he venido sin antes probar la tortilla y el vino del dueño de casa.