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Trupán y los Teléfonos Celulares
Los tiempos cambian. Eso no lo vamos a descubrir ahora.
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Lo novedoso e interesante es como la tecnología, que avanza rauda e imparablemente, ha llegado a todos los rincones de nuestro país, incluído nuestro amado pueblo.
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Antiguamente, todo trupanino que deseara comunicarse con un familiar acudía a la estación de trenes y solicitaba al jefe de estación le transmitiera un mensaje por telégrafo, el que era recepcionado por el jefe de otra estación y que según el tenor del comunicado solicitaba retransmitirlo mediante un mensajero. Naturalmente, y aunque la noticia se transmitiera rápidamente, el receptor recien recibía la noticia al tercer día (por ello los velorios podían durar hasta cuatro o cinco días, en espera de los familiares más lejanos).
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Luego se masificó el correo y las cartas fueron un inmejorable medio de comunicación. Pero aún se estaba sujeto a su envío.
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Más tarde llegó el teléfono y la gente del pueblo se sintió conectada a las grandes ciudades y al país en general. Toda noticia fue recepcionada en el instante y los trupaninos comenzaban a manejar información oportuna para su toma de decisiones: una hora en el hospital, una encomienda en camino, una visita esperada.
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Hoy, iniciado el tercer milenio es interesante observar como la tecnología esta al alcance de todo trupanino, mejorando nuestra calidad de vida.
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Es común ver al trupanino trabajador, que de regreso a su casa porta la mochila en la espalda, la pala al hombro y el celular al cinto, como una herramienta más de trabajo. Hoy es común ver a un trupanino aparentemente hablando solo, pero saludando a un ser querido por su celular en un manos libres.
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Fue muy grato observar a un trupanino trabajador que detuvo su bicicleta y la apoyó contra una cerca, para contestar un llamado en su celular. Tras hablar largamente cortó el llamado, tomó su bicicleta y siguió su camino.
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¿Por qué Abuela Wilfrida no viviste en estos tiempos para haberte llamado todas las tardes? Hubieras dejado tu mate junto a la tetera y hubieras recibido mi saludo.
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Los jovenes trupaninos estan concientes de este fenómeno, y si antes se estilaba regalarle zapatos al papá, o cortinas nuevas a la mamá, hoy nuestros jóvenes optan por obsequiar celulares a sus viejos y así mantener viva y constante la comunicación.
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Ojala Dios nos de vida para cuando la tecnología pueda teletransportarnos a Trupán... de tarde en tarde.
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Saludos cordiales.
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